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alergias_primaveralesLa primavera es para muchos la época más bella del año, el clima es perfecto, todo florece tras el invierno, y las ciudades comienzan a llenarse con los colores de la naturaleza. Pero los alérgicos al polen no lo ven tan bonito, y es que para ellos durante esta estación del año los estornudos, molestias nasales y congestión se convierten en un gran problema. Por eso en Kyreo queremos darte algunos consejos para que sepas cómo evitar las alergias en primavera.

Los síntomas más comunes de las alergias primaverales son los estornudos, picazón en la garganta y ojos, molestias nasales, congestión y en general irritación de las mucosas, que se producen debido a la concentración de polen y partículas en el ambiente. Para evitarlo intenta mantener las ventanas de casa cerradas, pues la circulación de aire podría afectarte, en su lugar usa humidificadores. No salgas sin gafas de sol, de este modo podrás mantener tus ojos un poco más alejados del polen, reduciendo bastante las molestias. Cuando sea posible, evita salir en las horas en las que el polen se encuentra más presente en el ambiente, durante el amanecer y atardecer. Si tu alergia primaveral es muy fuerte quizá te convendría pasar unos días en un ambiente más tranquilo. Si no puedes escaparte de vacaciones, al menos huye durante los fines de semana, de este modo lo llevarás mucho mejor. Si haces ejercicio es mejor en un gimnasio limpio con el aire filtrado o nadar en la piscina tratada con ozono en vez de cloro. El deporte te ayuda a mantener en forma el sistema inmunológico, siempre que se practique a la intensidad adecuada.

No todas las plantas producen alergia al polen, algunas purifican el aire y filtran alérgenos y sustancias contaminantes del aire como benceno, monóxido de carbono, formaldehído y tricloroetileno. Algunas incluso emiten sustancias que reducen los niveles de esporas de hongos y de bacterias en el aire. Si no tienes alergia al moho, puedes utilizar arecas, singonios, helechos, datileros, hiedra, poto, espatifilo, cintas y drácenas.

Intenta incluir en tu dieta los pescados azules, ricos en ácidos grasos omega-3, que tienen un efecto antiinflamatorio, y está comprobado que reducen los síntomas de alergia y asma. Si no te gusta el pescado, puedes tomar alimentos enriquecidos o cápsulas con omega-3. Cuando aparece la alergia las inmunoglobulinas E aumentan, como están compuestas por proteínas, se debe reducir el consumo de alimentos ricos en proteínas. Evita las carnes rojas y reduce el consumo de huevos y lácteos. Para que no te falten aminoácidos para tus músculos, come pescado azul y pollo, frutos secos, legumbres y cereales. Los alimentos ricos en vitamina C tienen acción antihistamínica, intenta comer alimentos ricos en ella como el kiwi, la papaya, las bayas, los pimientos y las coles. La sopa de pollo se ha tomado para evitar la congestión nasal en alergias y resfriados desde hace 800 años. La receta emplea ingredientes curativos como la pimienta, que ayuda a descongestionar la nariz, el ajo y la cebolla que tienen efecto antibiótico y fluidifican las secreciones, y el pollo, que contiene cisteína, un aminoácido antioxidante y fluidificante. La receta se hace con 1 pollo troceado, 1 cabeza de ajo, 1 cebolla, 3 ramas de apio, un cuarto de zanahorias y tanta pimienta como puedas soportar. Troceas los ingredientes y se deja cocer en la olla a presión con 1 litro de agua, durante al menos 30 minutos.

El polen es un suplemento que puede ayudarte a prevenir los síntomas de la alergia al polen, aunque te parezca una contradicción. Al tomar polen recogido por las abejas de la zona donde vives, te vacunas de una forma natural, pues este polen está parcialmente digerido por las abejas y provoca una reacción leve que «enseña» al sistema inmunológico a tolerar al alérgeno o polen cuando llega la primavera y aumenta su concentración. Hay que empezar siendo muy prudente con una pizca mínima una vez al día durante varios meses antes de la primavera, e ir aumentando hasta una cucharadita al día. Hay personas que no pueden tolerarlo, por lo que si con una cantidad mínima se sufre una gran reacción (picor e hinchazón de garganta), no lo intentes más.

Cuando la hinchazón y las lágrimas no te dejen ver, lávate los ojos con agua de rosas, es un buen tónico ocular con efectos antiinflamatorios, además tiene un olor muy agradable y dicen que ayuda a evitar las arrugas. Los lavados con agua de eufrasia también ayudan a aliviar el picor y la inflamación ocular.

La aromaterapia tiene un efecto poderoso que te ayuda a aliviar un ataque de alergia. Prueba a poner en un difusor esta mezcla de aceites esenciales para la alergia: 3 gotas de esencia de eucalipto, 1 gota de esencia de matricaria y 1 gota de esencia de sándalo. Verás cómo tus síntomas se alivian. También la camomila alemana, la manzanilla romana, la siempreviva y el estragón. Todas ellas, aplicadas vía tópica, tomadas vía oral (convenientemente diluidas) o inhaladas vía olfativa se convierten en un gran aliado para aliviar los síntomas. El aceite esencial de eucalipto es el más potente, puede llegar a eliminar la población de ácaros del polvo de una manta de lana hasta un 95%. Si es tu caso, prueba a lavar la ropa de cama con 5 gotas de aceite de eucalipto diluido en tu dosis de detergente líquido en cada lavado.

Para tratar una alergia desde su base, uno de los remedios que mayormente se utiliza es la homeopatía. La homeopatía funciona a modo de vacuna, de manera que nos va inmunizando poco a poco del alérgeno. En los remedios homeopáticos se elige el alérgeno en cuestión (polens, peli animali,….) y se diluye homeopáticamente de manera que al administrar la homeopatía, vamos introduciendo en el cuerpo el estímulo desencadenante de la alergia (sin la materia, solo el estímulo) para ir acostumbrando al cuerpo al alérgeno y que vaya “aprendiendo” que dicho alérgeno no es peligroso. Así, por ejemplo, para tratar la alergia al polen se administra el polens en distintas diluciones, empezando por el Polens 7CH, 9CH, 15Ch, 30Ch y ahsta la 100 o 200 CH. De esta manera vamos inmunizando a la persona alérgica.

Para aliviar los síntomas de la alergia la fitoterapia nos ofrece una ayuda muy importante. En la fitoterapia tenemos plantas antihistamínicas que nos ayudan a reducir los síntomas alérgicos, como por ejemplo el sol de Oro o Helicriso, también la Bardana y la Fumaria. Además en función de dónde se somatiza la alergia (piel, nariz, oídos y velo del paladar o bien pulmones con el asma alérgico) podemos ayudar a las plantas antihistamínicas con plantas reepitelizantes como la consuelda o el hipérico, con plantas emolientes como la malva o el malvavisco o con plantas broncodilatadoras como el Eucalipto o el Tomillo.

Génesis Gutiérrez