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El Hipérico, Corazoncillo o Hierba de San juan es muy popular entre las personas que amamos las plantas y a las que nos gusta conocer sus propiedades terapéuticas y realizar nuestros propios aceites, cremas, infusiones, jarabes, etc… pues con el hipérico podemos elaborar muchos remedios curativos.

El hipérico es béquico y emoliente, podemos utilizarlo vía oral mediante infusión caliente y con miel o elaborando un jarabe para suavizar nuestra garganta, en casos de afonía, irritación de garganta, anginas o faringitis. También es una gran ayuda en la mucosa digestiva para aliviar la esofagitis y la gastritis, especialmente la gastritis producida por los nervios.

Es un potente antiinflamatorio, con lo cual ayuda a calmar dolores reumáticos, artríticos, musculares, los golpes y hematomas, de hecho en toda casa con niños debería haber aceite de hipérico para los golpes, los moratones y los chichones. También lo podemos utilizar para hacer masajes sobre músculos sobrecargados y doloridos. El hipérico puede ayudarnos a calmar dolores internos, especialmente los causados por el sistema nerviosos, como las gastralgias o los espasmos intestinales, etc…

Esta planta también un potente cicatrizante y regenerador de la piel, muy utilizada en cosmética, el oleato de hipérico utilizado como aceite para la noche ayuda a nutrir y regenerar la piel. Muy beneficioso también en todo problema de piel, eccemas, dermatitis, piel seca y estropeada, etc.

El hipérico posee también propiedades antivirales, fungicida, antibacterianas y potenciadoras de nuestro sistema inmune, por lo que puede utilizarse también como coadyuvante en el tratamiento de cualquier infección.

No es de extrañar, pues que en la Edad Media se conociera a esta planta como el “tout sain” o “curalotodo”.

No obstante todas las grandes virtudes enumeradas de la hierba de San Juan o también conocida como Corazoncillo, nos falta hablar de la que tal vez sea la propiedad por la cual más se necesita la ayuda de esta planta hoy en día: su aplicación como potente antidepresivo y regenerador del sistema nervioso.

El hipérico está compuesto por aceites esenciales, flavonoides (rutina, quercitina e hiperósido), taninos, xantonas, hiperforina, ácidos fenólicos, ródano y la hipericina y pseudohipericina. La sinergia de estos componentes y especialmente la presencia de la hipericina hacen que el hipérico actúe como un  IMAO, es decir inhibe la acción de la monoamino oxidasa, una enzima implicada en el metabolismo de las catecolaminas.

Esta planta actúa como un potente antidepresivo, aumentando la sensación de bienestar, de hecho se la conoce como la “hierba de la felicidad”, ayuda a levantar el ánimo sin los efectos adversos de los antidepresivos químicos, no produce somnolencia, ni obnubilación, ni disminuye la capacidad de concentración o la memoria, ni por supuesto tiene ningún efecto adictivo. Muy al contrario, la toma del hipérico produce un sueño reparador donde se activa sobretodo la fase de sueño rem, sueño profundo, de hecho se sueña más y se suelen recordar los sueños. Esta es una propiedad esencial en la recuperación de todo sistema nervioso, ya que el sueño reparador es el mejor aliado para la recuperación de toda patología del sistema nervioso. Además el hipérico reduce el comportamiento agresivo, el nerviosismo y los ataques de histeria, el insomnio, el síndrome premenstrual, la irritabilidad, las fobias y la ansiedad. El hipérico también mejora la memoria, la concentración y la capacidad de estudio y aprendizaje.

Vemos por tanto que el hipérico se convierte en un tratamiento completo para la depresión. No solo ayuda a eliminar los síntomas depresivos y a mejorar el estado de ánimo, sino que además renutre y regenera nuestro sistema nervioso robusteciéndolo y ayudándole a trabajar mejor, con lo cual no sólo eliminamos los síntomas depresivos sino que recuperamos el sistema nervioso desde la base.

Los efectos beneficiosos de la toma de hipérico no se hacen esperar, en 10 días ya se notan sus resultados, y la mejora más notable se alcanza entre los 30 y los 40 días de su tratamiento. No obstante no sobra recordar que el tratamiento de las depresiones se debe realizar a dos niveles simultáneamente: a nivel físico, la ayuda del hipérico es inestimable, pero la depresión normalmente reclama cambios en la vida del paciente que sólo él puede llevar a cabo. Por tanto, el hipérico nos aportará la fortaleza y el bienestar necesarios para poder llevar a cabo esos cambios, pero ha de ser el propio paciente el que esté dispuesto a hacerlo. El tratamiento de cualquier enfermedad debe atacarse desde la causa, y en los casos de la depresión la causa suele requerir valentía para afrontarla.

El hipérico tomado vía oral en infusión o cápsulas  no debe tomarse si ya estamos ingiriendo fármacos antidepresivos y su ingesta está contraindicada con distintos medicamentos como los anticonceptivos, es por ello que si estamos tomando alguna medicación sería conveniente antes de tomar hipérico consultarlo con nuestro médico.

Hipérico, Corazoncillo o Hierba de San Juan, conocida también como “curalotodo” y “hierba de la felicidad”, dos calificativos que esta planta se ha ganado a pulso con la experiencia de la práctica en la antigüedad y en la edad media y con los análisis y estudios de la ciencia en la actualidad.