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Agua de mar, ¿fuente de sanación?

Parece ser que cada vez más y más personas se están incorporando a sus hábitos beber agua de mar, posiblemente por los grandes beneficios que tienen y los escasos perjuicios que puede tener.

Si buscamos información sobre este producto casi toda la que encontramos es extremista, unos dicen que cuanta más bebas mejor y otros todo lo contrario, que es un veneno. No comparto, siempre según mi experiencia y la de los casos que he estudiado, ninguna de estas 2 tesis; si la tomamos en exceso puede producir diarreas, y no, el agua de mar si la cogemos según unas pautas que posteriormente indicaré no está contaminada, aunque sí, puede tener microplásticos, pero siempre menos que el agua “potable” embotellada.

Tras realizar un estudio con numerosas personas, he llegado a la conclusión que simplemente con beberse un chupito de agua de mar pura en ayunas y cepillarse los dientes y enjuagarse la boca y luego tragársela puede ser suficiente.

¿Cómo coger el agua de mar?

Aunque muchos productores de agua de mar intentan vendernos que se debe coger en océanos, a 2 km de profundidad, no hace falta tanta exigencia, podemos dirigirnos a una playa lejos del puerto, de una cloaca o de la desembocadura de un río, que tenga una bandera verde, cuando ponen esta bandera han tomado muestras de agua y la han analizado su calidad, en caso de que este agua fuese dañina para nuestro cuerpo prohibirían el baño en la playa. Una vez hayamos encontrado la playa, nos metemos en el mar hasta que el agua nos llegue aproximadamente por el pecho, el mar debe estar tranquilo, sin muchas corrientes ni oleaje; la suciedad si es ligera,o son aceites flotan, si es pesada se va al fondo, así que introducimos una botella o garrafa y la abrimos a la altura de nuestra cadera, la parte del medio está limpia, dejamos que se llene el recipiente, le ponemos el tapón y lo extraemos.

¿Cómo tomar agua de mar?

Aproximadamente el agua de mar tiene una concentración de 36 gramos de sal por cada litro de agua, nuestro cuerpo tiene 9 gramos de sal por cada litro de agua; si la tomamos isotónica hacemos una parte de agua de mar y 3 de agua dulce, así conseguiremos la misma concentración de sal que nuestras células  necesitan para estar en su ambiente ideal y poder realizar sus funciones.

También se puede tomar pura y se va mezclando con los líquidos orgánicos hasta diluirse.

No se recomienda tomar más de 250 ml de agua de mar pura al día.

¿Que me puede aportar?

Las 2 características principales del agua de mar es que es alcalina y que contiene todos los minerales de la tabla periódica.

Tiene un ph entre 8,2 y 8,4, con lo cual tiende al alcalinizar el cuerpo; numerosos estudios demuestran que las enfermedades viven en cuerpos ácidos, y que no hay nada más ácido que un cadáver. Otto Warburg premio nóbel de medicina en 1931 dice “ninguna enfermedad, incluyendo el cáncer, puede sobrevivir en un entorno alcalino”.

La otra característica es que tiene todos los elementos de la tabla periódica, exactamente en una proporción 4 veces superior a la que el cuerpo los necesita, por ese motivo se rebaja para tomar isotónica. Es un complemente ideal para tomar sales minerales.

Si la tomamos fresca, recién cogida del mar, o incluso la bebemos en el mar, nos estaremos beneficiando también de tomar el plasma marino que no podemos ver en ella.

Otro uso que se le da es para purgar el cuerpo, se recomienda no hacerlo más de 2 veces al año y consiste el beber en ayunas 2 vasos de agua de mar pura seguidos; empezaremos a ir al baño muchas veces, pero continuaremos bebiendo a traguitos pequeños hasta que ya no huela lo que echamos, eso es señal de que estamos limpios por dentro. Luego empezamos a tomarla isotónica para crear una fauna intestinal perfecta.

También se puede usar de colirio en los ojos, los limpia perfectamente; destapona la nariz, podemos hacer gárgaras si nos duele la garganta, cepillarnos los dientes, echarle a las heridas, psoriasis o irritaciones de la piel.

Otro uso muy importante es para cocinar, en vez de añadir sal a las comidas podemos añadir un chorro de agua de mar o directamente cocinar en ella.

¿Me subirá la tensión?

La respuesta es No, aunque se recomienda empezar con poca cantidad de agua y luego ir aumentándola, sobretodo si eres hipertenso. En el estudio que he realizado, se toma la tensión a los voluntarios, tanto antes de empezar el tratamiento como al acabarlo; en todos los casos se ha regulado la tensión, tanto en personas con la tensión alta como baja.

Por normativa, la sal de mesa está obligada a contener al menos un 97% de cloruro sódico y luego lo que le quieran añadir (iodo, magnesio…); la sal del mar es totalmente natural, contiene de media un 82% de cloruro sódico y el resto son todos los minerales de la tabla periódica, como he dicho antes, en la proporción que nuestras células necesitan.

No hay que olvidar que la primera célula se formó en el mar hace millones de años, en ese momento la concentración de sal en el mar era de 9gr/l, justo la concentración que nuestro cuerpo tiene por dentro, motivo por el cual nuestra sangre, sudor y lágrimas son saladas. A día de hoy la concentración de sal en el mar es de 36 gr/l porque el mar le ha ido robando minerales a la tierra.

Bibliografía:

“Cómo beber agua de mar” de Mariano Arnal.

“La dieta del delfín” de Ángel Gracia.

“La salud prohibida” de Andreas Kalcker

Los resultados expuestos son en base a evidencias con casos reales en un trabajo realizado por el autor del artículo.

Autor : Óscar Filgueira Blanco, estudiante de tercer nivel de Medicina Tradicional China en Centro de estudios Kyreo, Alcoy. Terapeuta en Centro Sakura Terapias Orientales, teléfono 604 06 11 91, Noia, A Coruña.