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«Eres más vago que la verdolaga»

Triste dicho popular sobre la verdolaga, que evidentemente hace referencia a la manera de crecer rastrera de la verdolaga, como si no quisiera gastar fuerzas en elevarse, pero injusto con esta planta cuya palabra para definirla debería ser «la humildad» es una planta que es capaz de crecer en los terrenos más pobres, no llama la atención, mas al contrario es considerada muchas veces una mala hierba y la arrancamos de nuestros huertos sin consideración, y en cambio es una planta capaz de extrae de suelos empobrecidos una cantidad de nutrientes increíbles que la convierten en una de las plantas más completas nutricionalmente hablando. La verdolaga es esa planta que ofrece muchísimo pero quiere pasar desapercibida, no le gusta llamar la atención. Solo quien sabe mirar más allá de la apariencia exterior, encontrará en la verdolaga el gran poder que oculta.

La verdolaga, Portulaca oleracea, conocida también como flor de un día (porque sus flores florecen en la mañana y se vuelven a cerrar al mediodía) o nunca muere (porque es una planta que la arrancas y siempre vuelve a salir). Es una planta anual, suculenta (sus tallos y hojas contiene agua, son blandos al tacto), tiene tallos lisos, rojizos, rastreros; sus hojas son carnosas, de color verde a veces con tonos amarillos. Las flores amarillas, tienen cinco pétalos, se abren solo en los días más calurosos y soleados desde la primavera al otoño. La verdolaga es capaz de crecer en suelos muy pobres y en cambio ella es una planta riquísima en nutrientes.

La Verdolaga ha sido usada desde siempre por nuestros antepasados, nuestros arqueobotánicos la sitúan en muchos yacimientos prehistóricos. Teofrasto, filósofo griego, en el 350 a.de C. , ya mencionaba la verdolaga como una de esas hierbas comestibles de verano. Por sus propiedades medicinales, la verdolaga aparece citada en muchos textos, Plinio el viejo la menciona en si «Historia Natural» donde nos explica que la verdolaga se usaba como amuleto, llevando la raíz de la verdolaga colgada del cuello se curaba la tortícolis. En Gracia clásica la verdolaga se usaba mucho como remedio para los parásitos intestinales, para regular el estreñimiento y para las inflamaciones de las vías urinarias. En la India se usaba para tratar las afecciones hepáticas.

En España, la tradición espagirista usaba mucho esta planta: para el tratamiento de las hemorroides se aconsejaba aplicar la infusión o hacer una cataplasma triturando la verdolaga y mezclándola con arcillas y aplicarlo tópicamente. De la misma manera se utilizaba para aplicar sobre las picaduras, abscesos y forúnculos, aplicando la cataplasma sobre la lesión ayudaba a extraer el pus o el venenos y a que la recuperación fuera más rápida. Se consideraba esta planta una gran cicatrizante, por eso se tomaba para las hemorragias de los partos y se bebía y se aplicaba tópicamente en heridas y ulceraciones. Su infusión se utilizaba también como colirio para calmar las conjuntivitis. La usaban tanto por vía interna como externa para las quemaduras y los problemas de piel. Tomada para calmar las diarreas de las disenterías, y también para regular los estreñimientos. Por supuesto conocían su poder vermífugas para eliminar parásitos intestinales.

Como alimento se ha utilizado desde siempre, era una de las plantas silvestres que se encontraba fácilmente y que en épocas de escasez fue la salvación de muchas familias.

Hoy en día estudiamos los principios activos de esta planta y no podemos por más que corroborar todas y cada una de las aplicaciones que se hacían de ella, e incluso incluiremos alguna más:

La Verdolaga es muy rica en nutrientes, posee todas las vitaminas, 100 gramos de verdolaga aporta la vitamina más vitamina A que la zanahoria, el 147% de lo que se necesita al día. Es muy rica en el grupo B, especialmente la vitamna B3. Aporta mucha vitamina E y omegas. Es una muy buena fuente de Calcio, Hierro, Fósforo y Potasio. En China se la conoce como «el vegetal para una vida longeva»

Posee ácidos grasos esenciales, es uno de los alimentos más ricos en omega 3, y también posee ácido palmico, linoleico y oleico. Vemos que es una fuente maravillosa de grasas insaturadas que convierten a esta planta en un aliado del sistema nerviosos, la piel, el sistema reproductor,… además este tipo de grasas ayuda a mantener las arterias elásticas, ayuda a prevenir la arterioesclerosis y a equilibrar el colesterol «malo» alto, se están haciendo estudios para ver su efecto como posible tratamiento o preventivo en el alzhéimer. La verdolaga debido a su aporte en omega 3 más los pigmentos alcaloides betalainas: el betacianina rojizo (visible en la coloración de los tallos) y el betaxantina amarilla (en sus flores y el ligero amarillento de sus hojas), la convierten en una planta con grandes propiedades antioxidantes, protegen nuestras células del envejecimiento precoz y de la acción de las radiaciones y los radicales libres. Una planta muy necesaria hoy en día debido a la polución y contaminación en la que vivimos. También se está estudiando (todavía solo en animales) su posible aplicación en ciertos tipos de cánceres.

La verdolaga es muy rica en fibra y mucílagos, lo cual la convierte en una muy buena reguladora del estreñimiento. Pero también es antiséptica, por eso su aplicación por los antiguos para las diarreas de la disentería era acertada, porque cuando las diarreas son de origen infeccioso, la propiedad antiséptica ayuda a combatir la infección y la propiedad emoliente calma la irritación de la mucosa del colon lo cual permite acabar con la diarrea. Del mismo modo la podríamos usar hoy en día para la colitis infecciosa. La verdolaga es una muy buena emoliente, capaz de calmar el malestar digestivo cuando tenemos acidez o inflamación de la mucosa digestiva.

Otros componentes son los ácidos oxálicos y oxocalatos (por esto esta planta no es recomendable que abusen de ella personas que sufran de piedras en los riñones), ácido fumárico, málico, cumárico, cafeico catecol y nicotínico, y flavonoides como la quercitina, la luteolina, apigenina y kaemferol entre otras que le otorgan propiedades antiinflamatorias, antioxidantes  y antisépticas.

La verdolaga es una buena diurética, indicada en caso de retención de líquidos y edemas y también al ser antiséptica para las infecciones de orina. La verdolaga es una buena fuente de fitoestrógenos, de ahí su uso para la menopausia y en desarreglos menstruales.

Esta planta es rica en alcaloides, neurotransmisores y neurohormonas como la dopamina y  la 1-noradrenalina, lo que hacen de la verdolaga una planta interesante para tratar el estrés, la ansiedad, la depresión, la pérdida de memoria, etc.. Además aporta también melatonina, la hormona del sueño, la hormona que en nuestro cuerpo segrega de manera natural la epífisis para ayudarnos a regular las fases de relax y las de actividad, por eso la utilizamos también para tratar los casos de insomnio.

«Qué el alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento», esta es una frase de Hipócrates que es exacta para la Verdolaga, es una planta tan rica en nutrientes que deberíamos incluirla en nuestra dieta como un alimento de uso frecuente, nos ayudaría a aumentar nuestra salud y a sentirnos mucho mejor, pero al mismo tiempo hemos visto que tiene un campo de acción tan amplio que puede ser el alimento que nos ayude a combatir y a mejorarnos de muchas dolencias. Lamentablemente, la verdolaga, hoy en día está más considerada como una mala hierba que arrancamos de nuestros huertos, que como la medicina que realmente es, y su uso culinario está cayendo en desuso.

De la verdolaga se pueden comer sus hojas, tallos y flor, tiene un sabor salado-acidulado. Se puede tomar fresca en ensalada o cocinadas como verdura, tal cual haríamos con las espinacas y las acelgas. Al hervir la verdolaga se segrega su mucílago que actúa como espesante, por este motivo se usa la verdolaga en sopas y salsas, pero puede dar un tacto al paladar desagradable si las comemos hervidas, por este motivo es mucho más común su uso fresca en ensaladas, salteadas con otras verduras o en licuados. Se pueden tomar  en encurtidos en vinagre como hacemos tradicionalmente con las tápenas o el «raimet» de pastor.

«Haz de la verdolaga tu alimento y tu medicina»

Rosana Ferre