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Hoy, vamos a centrar nuestra noticia en el dolor de cabeza de origen tensional. El dolor de cabeza es una dolencia muy habitual entre los adultos de nuestra sociedad, este dolor puede ser debido a múltiples razones: sinusitis, migrañas, hemicráneas, etc. Nosotros vamos a centarnos en este articulo en la cefalea provocada por la tensión muscular de las cervicales el cuello y en general los músculos de la cabeza. La tensión en cervicales es uno de los problemas que más tratamos en nuestros cursos de quiromasaje.

En las cefaleas tensionales nuestros músculos se tensan debido o bien al estrés y la tensión nerviosa o bien a mantener posturas estáticas de la cabeza durante demasiado tiempo, como ocurre en caso de gente que trabaja en administración, con ordenadores, etc. donde la cabeza está de manera continuada en una misma postura. Nuestros músculos se van tensando progresivamente y esto obstaculiza el buen paso del flujo sanguíneo y nervioso a la zona de la cabeza y acaba por limitar la movilidad de la cabeza.

Los síntomas pueden empezar por dolor en la zona de occipital que se extiende hacia la cabeza y llega hasta la frente. O puede que la tensión en cervicales produzcan pinzamientos en las vértebras que al pinzar los nervios que llegan a la cara y cabeza provoquen dolor en la mitad de la cara (hemicránea) o a veces los dolores se centran en las sienes igual que ocurre en las migrañas.

Cuando la causa de la cefalea tensional es postural, deberíamos aprender a prevenirla, es fácil, solo hace falta algo de disciplina: si trabajamos frente a un ordenador (por ejemplo) debemos cada cierto tiempo (de entre media hora a una hora) levantar la cabeza y realizar suaves movimientos de cuello, flexión-extensión, lateralización y rotación de cabeza, movimientos suaves pero repetitivitos. Nuestros músculos están hechos para el movimiento, siempre que los movemos se sueltan y elastifican y si los ejercitamos más todavía van a coger fuerza, para lo que no están nada preparados nuestros músculos es para posturas estáticas, donde mantenemos la misma tensión sobre los mismos músculos, esto hace que los músculos acaben perdiendo su elasticidad, y se sobrecarguen, de manera que aparece el dolor y la limitación de movimientos. Por ello es imprescindible que cada poco tiempo vayamos realizando movimientos para evitar que los músculos se tensionen. También es importantísimo realizar periódicamente estiramientos de cuello, hombros y espalda, para compensar el esfuerzo que estos músculos sufren a causa de nuestro trabajo. Simplemente cinco minutos antes y después de trabajar pueden evitarnos todas las molestias de las cefaleas tensionales. Es sencillo, solo debemos incorporar estos pequeños hábitos en nuestro día a día.

Cuando el origen de la tensión muscular es debido a un exceso de tensión nerviosa, el proceso puede ser un poco más complicado de tratar. Nuestro sistema nervioso al estar estresado tensiona los músculos de la mandíbula, la cara, el cuero cabelludo y el cuello, en este caso también acabamos sufriendo cefaleas, pero la causa es la tensión nerviosa. Para prevenir este tipo de cefaleas es necesario hacer un correcto tratamiento del sistema nervioso, tal y como estudiamos en nuestro curso de naturopatía, debemos regenerar nuestro sistema nervioso con nutrientes (vitaminas del grupo B, omegas y fosfolípidos entre otros) y aprender a gestionar nuestra vida de otro modo, sin generar tensión nerviosa, esto a veces es más fácil, aprendiendo técnicas de relajación y meditación, y cambiando nuestra actitud hacia aquello que nos genera el nerviosismo, tal vez sea suficiente, pero hay otras veces, donde aprender a gestionar nuestro sistema nervioso, según los problemas que la vida nos traiga es más complicado. En cualquier caso, compensar el estrés con técnicas de relajación, con deporte, con tiempo para hobbies que nos ayuden a desconectar de los problemas, etc. siempre será de ayuda.

Cuando ya estamos en plena cefalea, uno de los mejores tratamientos sería el masaje, que nos relaja y nos libera la musculatura, al tiempo que nos produce una sensación agradable de relax que ayuda a relajar también a nuestro sistema nervioso. No obstante, si en ese momento no podemos acudir a las manos de nuestro masajista, también podemos nosotros aprender unas sencillas técnicas que nos pueden ayudar a aliviar e incluso erradicar nuestro dolor de cabeza: en uno de los vídeos de nuestro canal de youtube tenéis las indicaciones de cómo hacerlo: Empezaríamos soltando la tensión sobre nuestros músculos, para ello realizamos un masaje de calentamiento, nos sentamos cómodamente con la espalda bien recta, recogemos el pelo, aplicamos aceite o un ungüento oleaginoso sobre el cuello y realizaremos con nuestros dedos fricciones lentas y profundas a los lados de la columna. Empezaremos con fricciones más profundas e iremos profundizando cada vez un poco más sin llegar nunca a causarnos dolor. Es importante que estas fricciones las realicemos muy lentamente y en sentido longitudinal, siempre paralelo a nuestra columna, desde el occipital a la base de nuestro cuello. A continuación flexionamos ligeramente la cabeza hasta notar una ligera tensión en los músculos del cuello y repetimos las fricciones longitudinales, a pasos lentos y cada vez más profundos, recuperando así la elasticidad de los músculos de las cervicales. Volvemos a colocar el cuello recto y realizaremos fricciones pulgares en la base del occipital, estas presiones son muy agradables y enseguida notaremos que la tensión va cediendo.

Seguidamente trabajaremos sobre el angular de la escápula, un músculos que generalmente acumula mucha tensión, para ello inclinaremos nuestra cabeza hacia adelante y en oblicuo, como si quisiéramos tocar nuestro brazo con la nariz y volvemos a realizar fricciones con nuestros dedos en la parte contraria del cuello de la inclinación de la cabeza, es decir, si inclinamos la cabeza hacia la izquierda, trabajamos el lado derecho del cuello y a la inversa, siempre con fricciones lentas y profundizando de manera gradual pero nunca llegando a hacernos daño.

Una vez hecho este pequeño masaje, pasaremos a la digitopuntura: Localizamos la base del occipital, a los lados de la columna (junto al atlas) y realizamos presiones hasta el límite de nuestro dolor, esperamos hasta que el dolor ceda, soltamos y repetimos el proceso presionando un poco más cada vez. Realizaremos el mismo proceso en el trapecio, justo a la mitad de camino entre el hombro y el cuello encontraremos un punto de mayor dolor, en este punto volvemos a aplicar la digitopuntura. Repetiremos el proceso en sienes y en el entrecejo realizando en estos puntos suaves círculos con los dedos.

Y finalmente pasaremos a los estiramientos del cuello, realizamos la flexión de la cabeza, intentando tocar el pecho con la barbilla, y cuando notemos que nuestros músculos nos tiran, aguantaremos hasta que el dolor ceda, respiramos y repetimos forzando un poco más la flexión. Repetimos el proceso con la lateralización, doblamos la cabeza intentando tocar el hombro con la oreja (pero sin subir el hombro) hasta notar que los músculos del cuello estiran, aguantamos y esperamos a que la tensión ceda y repetimos tres o cuatro veces estirando cada vez un poco más el cuello y lo mismo al otro lado. Luego repetimos el proceso de nuevo con la rotación, giramos la cabeza a izquierda y vamos ganando elasticidad y después a derecha y de nuevo vamos ganado elasticidad de modo que nuestra rotación cada vez llegue más lejos.

Con este proceso, logramos eliminar la tensión sobre los músculos del cuello y así, la cefalea mejorara de todo o como mínimo aliviará mucho el dolor.

Rosana Ferre