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Un corazón triste es un corazón que llora y pude acabar ahogado en sus propias lágrimas.

Un corazón estresado es un corazón que intenta correr mucho y abarcar demasiado, tal velocidad puede acabar por desbordarlo.

Un corazón endurecido es un corazón que lucha y aguanta por seguir adelante, tanta lucha puede acabar bloqueando sus paredes.

Un corazón enfadado es un corazón que aguanta demasiada presión, sus válvulas pueden llegar a fallar porque no aguantan la presión de la ira que circula por sus sangre.

Un corazón sano es un corazón alegre, un corazón capaz de mantener viva la ilusión, la creatividad y la alegría de vivir.

            El Espino blanco o espino albar, es un árbol que puede llegar a medir hasta seis metros, aunque lo más habitual, especialmente en nuestra zona mediterránea (donde la variedad de espino que tenemos es el Crataegus Monogyna) es que lo encontremos en forma de arbusto de entre 2 y 4 metros. El Crataegus destaca por sus bellas flores blancas (de ahí su nombre: blanco), símbolo en la antigua cultura griega y romana de pureza, castidad y esperanza, pero también por sus espinas (de ahí también su nombre: espino) que en la tradición del cristianismo debido a la corona de espino que le pusieron a Cristo es símbolo de desgracia. Por tanto el espino blanco combina en sí mismo los símbolos de pureza y esperanza con el de dolor y sufrimiento.

El Espino blanco es la planta medicinal con mayores propiedades cardiotónicas, el espino blanco es un maravilloso protector y regulador cardíaco, desde siempre ha sido utilizado para ayudar a los corazones «viejos» a mantener a su corazón fuerte por más tiempo, muy útil también en los casos de bradicardias y arritmias, el espino blanco además es un vasodilatador coronario, por tanto alivia la tensión en las arterias que nutren al propio corazón, lo cual permite nutrir y oxigenar mucho mejor el miocardio. Beber todos los días la infusión de sus flores es un maravilloso tónico cardiaco que nos ayuda a prevenir problemas de corazón y a alargar la vida y la salud de nuestro corazón.

Por si esto fuera poco, además el espino blanco es sedante del sistema nerviosos simpático. Los latidos de nuestro corazón están regulados por nuestro sistema nervioso vegetativo, que es el encargado de controlar la frecuencia cardíaca, respiratoria, la tensión, es el encargado de regular la digestión,…  en definitiva es el encargado de que nuestro cuerpo funcione correctamente. Dentro de este sistema, tenemos el sistema nervioso vegetativo simpático y el parasimpático, el primero se ocupa de activar y acelerar todo (excepto la digestión) aumenta el ritmo cardíaco, sube la tensión, aumenta la tensión muscular, etc… el parasimpático lo relaja todo (excepto la digestión, que la favorece), induce el sueño, baja la tensión, baja la frecuencia respiratoria y cardíaca, etc.. Una planta que es a la vez sedante del simpático, y cardioprotectora, protege de manera doble a nuestro corazón, ya que evita las taquicardias o arritmias que el estrés puede provocar a nuestro corazón al tiempo que lo protege y hace más fuerte . La naturaleza, una vez más ha diseñado para nosotros la mejor sinergia en una sola planta: el espino blanco, el remedio perfecto para nuestro corazón.

Además de estas increíbles y potentes propiedades físicas, el espino blanco preparado en terapia floral de Bach funciona a nivel emocional para aliviar el dolor de corazón, el sufrimiento, especialmente indicado para el dolor y el vacío que provoca la muerte de un ser querido, para todos aquellos casos en que «nuestro corazón llora«, casos de pena profunda, después de desgracias familiares, para la sensación profunda de soledad, la sensación de «vacío» interior, para el peor llanto de todos, el que no derrama lágrimas, el que se llora en el silencio y la soledad. El llanto que lleva a nuestro corazón a perder el deseo de seguir latiendo.

Un corazón triste es un corazón que llora y pude acabar ahogado en sus propias lágrimas.

Un corazón estresado es un corazón que intenta correr mucho y abarcar demasiado, tal velocidad puede acabar por desbordar a nuestro corazón.

Un corazón endurecido es un corazón que lucha y aguanta por seguir adelante, tanta lucha puede acabar bloqueando sus paredes.

Un corazón enfadado es un corazón que aguanta demasiada presión, sus válvulas pueden llegar a fallar porque no aguantan la presión de la ira que circula por sus sangre.

Un corazón sano es un corazón alegre, un corazón capaz de mantener viva la ilusión, la creatividad y la alegría de vivir.

             Para mantener un corazón sano es importante andar, pasear por el campo, andar por la playa, la alimentación sana y el deporte moderado, ayuda aprender a tomarnos las cosas de la vida de otra manera, aprender a no tomarnos las cosas tan enserio, pero además también nos puede ayudar mucho la maravillosa planta del espino blanco.

El espino blanco florece a finales de primavera, este es el mejor momento para recolectar sus flores, justo cuando están empezando a abrirse. Sus flores son las que concentran la mayor parte de principios activos (flavonoides y proantocianidinas, ácidos carboxílicos triterpénicos, esteroles, taninos, aminas, adenosina, adenina y guanina), que son los responsables de las propiedades cardioprotectoras, vasoldilatadoras y sedantes del sistema simpático.

Para tomar el espino blanco preparamos una infusión de sus flores y lo podemos tomar caliente y con miel o frío, como refresco para el verano. Su sabor es muy suave y agradable y además no tiene contraindicaciones, con lo que podemos incluirlo en nuestro día a día sin ningún problema. En verano podemos prepara un litro de infusión, lo podemos endulzar al gusto y darle un toque con un poco de canela o unas gotitas de limón o tal vez en la misma infusión ponemos una sola hojita de menta, etc.. cada cual a su gusto y preparamos unos refrescos maravillosos de espino blanco, muy buenos de sabor y mucho mas buenos para nuestra salud. En invierno dejamos preparada la infusión y al regresar a casa la tomamos bien calentita para ayudarnos a entrar en calor, de nuevo muy agradable de tomar y más beneficiosa aún para nuestro corazón.

Por supuesto, cualquier persona que tenga problemas de corazón debe estar siempre en manos de su médico, hagamos un consumo responsable de las plantas medicinales, las plantas medicinales jamás sustituyen ningún fármaco que su médico le haya indicado.

 

Rosana Ferre