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La Carrasca es uno de los árboles que forman nuestros bosques. Árbol de raíces y tallo fuertes, uno de los pocos que puede resistir la convivencia con los pinos, árbol que genera hijos cerca y que los protege formando un hogar donde la carrasca madre hace crecer su copa de manera redondeada ofreciendo protección a su prole.

La Carrasca ha sido un árbol sagrado desde la antigüedad, Los celtas lo llamaron Kaërquez, que significa «árbol hermoso». Representaba la fuerza, la firmeza y la longevidad. En la cultura Celta los druidas se reunían alrededor de las carrascas más longevas para realizar sus ritos pues decían que la carrasca es capaz de canalizar poderosas energías.

Este árbol ha sido considerado sagrado por múltiples culturas, los griegos asociaron la carrasca a la divinidad de Zeus, los romanos a Júpiter y los eslavos al dios Perún.

Cuenta la tradición cristiana que la cruz de Cristo estaba hecha de la madera dura y pesada de la carrasca y que Abraham recibió las revelaciones de Yahvé, junto a una Carrasca.

La carrasca pertenece a la familia «quercus ilex», existen dos subespecies, el «quercus ilex ilex» y el «quercus iles ballota» o «ilex rotundifolia», este último es el que conocemos popularmente como Carrasca. El ilex ilex, es de colores más intensos, el verde de sus hojas y el gris del tallo son más claros e intensos, el ilex ballota tiene los colores más apagados, más tristes.

La carrasca es un árbol muy robusto, sus raíces son fuertes y nudosas, de ellas suelen brotar hijuelos, por eso, las carrascas que crecen libremente en las montañas siempre suelen presentarse con múltiples pequeñas carrascas a sus pies que crecen bajo el cobijo de la carrasca madre. Su tronco, más oscuro de joven, se torna grisáceos y nudoso con los años, desprendiendo un aire de fortaleza, protección y majestuosidad. Sus ramas se abren formando una amplia y redondeada copa. Árbol de hojas perennes, verdes poco brillantes por el haz y más grisáceas y velludas por el envés. Sus hojas cuando es joven se parecen al acebo, presentan puntas como pequeños dientes espinosos, esto sirve de protección al árbol joven para que los animales no se las coman, cuando crecen y se elevan en altura, sus hojas pierden estas formas puntiagudas pues se tornan inalcanzables para los herbívoros que suelen alimentarse de ella y por tanto ya no necesitan esta protección.  Durante el mes de Mayo, la Carrasca hace brotar sus flores masculinas, ametos colgantes de 5 o 6 cm, de color amarillo, llenos de polen, muy vistosas, que otorgan al árbol de un aspecto sublime.

Su fruto es la bellota, que madura entre octubre y noviembre, muy apreciada por los ganaderos de cerdos, pues es el alimento que permite la crianza de los cerdos con los que después se produce el famoso jamón de bellota. En la antigüedad se pulverizaban para fabricar harina con la que se elaboraba pan de bellota. También se elabora licor de bellota de sabor astringente e intenso.

La madera de la carrasca es muy dura y resistente, por eso, a pesar de que es difícil de trabajar, es muy apreciada para hacer vigas, ruedas de carros y  de molinos y piezas que necesitan poder soportar grandes fuerzas.

La corteza de la carrasca es muy rica en taninos, también lo son las hojas y las bellotas pero en menor proporción. Los taninos le confieren propiedades astringentes y desinfectantes. Los taninos producen un efecto astringente muy útil en ciertas patologías, pero de uso también peligroso por vía interna.

Heridas: podemos pulverizar la corteza (junto con hojas y bellotas si lo deseamos) de carrasca y mezclarla con agua o miel y aplicarla directamente sobre la herida. También podemos hacer una infusión de la corteza y lavar la herida repetidamente con ella. Los taninos de la carrasca secan la herida y facilitan la coagulación de la sangre de manera que la herida cicatriza mucho más rápidamente, además como también tiene propiedades antisépticas evita que las heridas se infecten.

Eccemas y dermatitis: lavar frecuentemente los eccemas con infusión de corteza de encina, ayuda a secar la piel y a acelerar la regeneración de las heridas que se producen con el rascado de la zona, además sus propiedades antisépticas evita la proliferación de las bacterias que empeoran los eccemas y la dermatitis. Especialmente útil para secar las vesículas de líquido típicas de los eccemas húmedos.

Llagas y gingivitis: realizar enjuagues dos o tres veces al día ayuda a cicatrizar más rápido las llagas y las ulceraciones de la boca y las encías, y evita la gingivitis, las infecciones de boca y ayuda a calmar las molestias de las encías. Es importante que n traguemos la infusión, hacemos los gargarismos y tiramos la infusión, beber la infusión de la carrasca no es recomendable, ya que resecaría las mucosas digestivas por dentro, lo cual puede producir irritación de la mucosa del esófago, del estómago o de los intestinos.

Anginas y dolor de garganta: realizar gargarismos de tres a seis veces al día con la infusión de la corteza de la encina ayuda a desinfectar las anginas y a recuperar más rápidamente la salud de la garganta. Recordad de no tragar la infusión, hacemos gargarismos y tiramos la infusión.

Diarreas: las diarreas serían la única aplicación interna que haríamos con la carrasca. En caso de diarreas podemos tomar tres veces al día infusión de la corteza de la carrasca, sus taninos, resecan las heces evitando las deposiciones “en chorro», así aliviamos más rápidamente la inflamación del colon y evitamos la peligrosa deshidratación que pueden producir las diarreas muy abundantes.

Sangrado de la nariz: aplicar un algodón mojado en infusión de corteza de carrasca ayuda a acelerar la cicatrización y el cese del sangrado de la nariz.

Contraindicaciones:

Estreñimiento: Los taninos son astringentes, por tanto nunca deberemos tomar ni la infusión de la corteza ni las hojas de la carrasca porque agravarían el estreñimiento, pero atención, tampoco comeremos bellotas pues también, aunque en menor cantidad también son astringentes.

Uso interno: no es recomendable tomar infusión de la corteza de carrasca ni de las hojas si no es en un momento puntual para cortar la diarrea, pues las mucosas deben estar siempre bien hidratadas y el efecto de los taninos las reseca lo cual puede causar inflamación de la mucosa digestiva, esofagitis, gastritis, etc.

Rosana Ferre