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El fruto de la Vid, la uva, es una de las frutas con propiedades más antioxidantes que existe no solo en Europa, sino en el mundo. Nuestra querida uva, una fruta para nosotros cotidiana, para otros un manjar exótico y para todos nosotros una maravillosa fuente de salud.

La uva posee grandes cantidades de vitamina C, también es rica en flavonoides, antocianinas y en el famoso Resveratrol. La uva, por tanto es un potentísimo antioxidante, evita la oxidación celular, lo cual mantiene nuestros tejidos jóvenes y fuertes y por ello decimos que retrasa en envejecimiento y deterioro de los tejidos, es decir, nos mantiene jóvenes y fuertes por más tiempo.

La uva es muy buena también como suplemento de nutrientes pues es rica en vitamina C, E, B1, B2, B3, B6, B9 y A, y en potasio, fósforo, magnesio, calcio, hierro, zinc y selenio, además es una buena fuente de fibra. Tomar un vaso de zumo de uva al día puede ser la mejor medicina, protege nuestro corazón, mejora nuestra circulación, es depurativa, antioxidante y es una maravillosa fuente de nutrientes. Lo ideal sería tomar un vaso de zumo al día, preferentemente solo, para aprovechar al máximo sus propiedades, a media mañana o como merienda.

Si por todo lo dicho, la uva es maravilllosa, todavía no hemos hablado de uno de sus componentes más potentes, el resveratrol. El resveratrol se descubrió analizando la composición química del vino y la sorpresa fue al estudiar sus propiedades en nuestro organismo, el resveratrol es un potente protector del corazón, es antiinflamatorio, vasodilatador, evita la agregación plaquetaria que forma los trombos, y es un potente antialérgico.

Corazón: un zumo de uva preferentemente roja (con pepitas y piel) al día es uno de los mejores protectores cardíacos, aquellas personas con antecedentes de patologías cardíacas o que hayan sufrido dolencias de corazón o que simplemente deseen conservar un corazón sano y fuerte encontrarán en la uva una gran medicina.

Arterioesclerosis, trombos e hipertensión: la degeneración de las arterias que se produce simplemente por la edad, pero que se agrava rápidamente por una dieta incorrecta, demasiado calórica y rica en grasas saturadas, provocan que las arterias se endurezcan y con el aumento del colesterol se formen trombos, este cuadro clínico lleva a la aparición de la hipertensión, y el riesgo de sufrir una trombosis o una angina de pecho. Mejorar la dieta por supuesto,  y añadir un zumo de uva al día ayudará a evitar que se adhiera el colesterol a las paredes arteriales formando trombos, y mantiene las arterias elásticas previniendo así la arterioesclerosis y por tanto reduciendo la probabilidad de sufrir trombosis o anginas de pecho.

Circulación de retorno: La toma diaria de uvas o pasas ayuda a mejorar la circulación de retorno en las piernas, elimina la sensación de pesadez y ansiedad en las piernas, ayuda a prevenir la formación de arañas vasculares y varices.

Estreñimeinto: la toma diaria de uvas o pasas ayuda  a evitar el estreñimiento, el aporte de mucílagos de las pasas regenera la mucosa del colon y hace las heces más blandas con lo cual favorece la evacuación intestinal. El aporte de fibra de la uva ayuda a evitar el estreñimiento al tiempo que limpia y protege nuestro colon.

Dolores y cansancio: el aporte de vitaminas y minerales de la uva ayuda a aumentar la vitalidad de nuestro organismo, además es una fuente de fructosa que aporta energía rápida a nuestro organismo, al tiempo que sus flavonoides le confieren propiedades antiinflamatorias que ayudan a aliviar el dolor, por tanto la uva es una buena aliada de patologías que cursan con dolor y agotamiento.

Alergias: el poder antoxidante de la uva da buenos resultados en el alivio sintomátio de las molestias de la alergias. En especial el extracto de las semillas evita que se liberen prostaglandinas que son las desencadenantes de las reacciones alérgicas.

Belleza: el poder antioxidante de la uva se refleja especialmente en la piel, que se mantiene elástica y tersa y retrasa la aparición de las arrugas. Por este motivo se hacen tratamientos de belleza con uvas o con vino, para mejorar la calidad de la piel y mejorar nuestro aspecto. Hemos de pensar que la piel es nuestro tejido más visible, y por tanto en él apreciamos antes los beneficios, pero la uva está haciendo el mismo efecto protector sobre el resto de nuestros tejidos internos, por tanto el aspecto por fuera es más joven pero realmente por dentro nuestro cuerpo es más joven.

Depurativa: la uva es diurética y tiene una acción estimulante sobre el metabolismo del hígado, esto la convierte en una gran depuradora, pues trabaja sobre los dos grandes órganos depuradores de nuestro cuerpo, el hígado, que limpia nuestra sangre y el riñón que orina los residuos que la linfa recoge del interior de nuestros tejidos.

Vista: las antacinas de la uva previenen la degeneración de los tejidos oculares como son las cataratas y mejoran la agudeza visual. Para aquellas personas que van perdiendo vista con la edad, que sufren de vista cansada, para las retinopatías y en general para mejorar la salud de nuestros ojos, la uva vuelve a ser un gran remedio.

Por todo esto y mucho más vemos porque a la uva se la asocia con la sangre y el corazón, el color rojo de la uva (la variedad roja) recuerda a nuestra sangre, y por sus propiedades especialmente beneficiosas sobre el corazón, se relaciona con nuestra sangre y con una fuente de vida para nuestro corazón, por este motivo a la uva la llamamos la sangre de la vida y a la vid roja la planta de la vida.

Semillas de la uva:

La semilla de la uva posee grandes propiedades terapéuticas, es rica en biofavonoides (proantocianidinas, conocidas como OPC), potentísimos antioxidantes. También son ricas en fenoles y esteroides que ayudan a reducir el colesterol LDL. Ricos en vitamina E y grasas insaturadas. Además las semillas de la uva es la parte que más cantidades de resveratrol contiene, por tanto, la semilla de la uva es la parte más potente en cuanto a propiedades terapuéticas. Especialmente en cuanto a propiedades antioxidantes.

Las semillas son uno de los mejores protectores cardíacos, mantienen el tejido muscular de nuestro corazón elástico y fuerte. Son protectoras de las arterias, mantiene su elasticidad y ayudan a retrasar o evitar la hipertensión. Ayudan a reducir el colesterol LDL (conocido como “malo”), y además tiene propiedades antiagregantes, con lo cual reducen la posibilidad de producir trombos y de que estos trombos se adhieran a las paredes arteriales. EL extracto de semilla ayuda a mantener fuertes nuestras venas, mejorando así la circulación de retorno y retrasando o evitando la aparición de arañas vasculares y varices.

Posee efectos beneficiosos sobre el sistema nervioso por su aporte de omegas y sobre el equilibrio hormonal, especialmente de las hormonas esteroideas.

El extracto de semillas de uva es uno de los más potentes antioxidantes, y antienvejecimiento, de hecho es uno de los mejores anticancerígenos.

Aceite de pepitas de uva:

El aceite se obtiene por la prensión de las semillas de la uva. Es una grasa riquísima en ácidos grasos insaturados, Omega 3 y Omega, es rico en polifenoles, fitoesteroles, tocoferol y carotenoides, entre otros nutrientes. Lo cual lo convierte al igual que al extracto de las semillas de la uva en un potente aliado de nuestro corazón, nuestra circulación arterial y venosa, previene la arterioesclerosis, reduce el colesterol LDL, especialmente útil en las enfermedades autoinmunes, y en las alergias, protector de nuestro sistema nervioso y hormonal, potente antiinfalmatorio, y como potentísimo antioxidante.

Este aceite tiene un sabor muy suave, lo cual permite usarlo en cocina muy fácilmente, para los aliños, las ensaladas, y en general para todo uso culinario. Además es un aceite que se mantiene estable a altas temperaturas, es decir que no se satura tan fácilmente como otros  aceites al cocinarlos, por tanto, sería una de las mejores elecciones para cuando debamos freír o cocinar con un aceite.

Las pasas:

Las pasas son la uva desecada, por tanto poseen las mismas propiedades que hemos descrito para la uva. Las pasas al haberle quitado parte del agua a la uva, son un aporte muy rico de glucosa, por tanto aportan vitalidad, pueden ser una gran ayuda para deportistas para evitar los bajones de azúcar y para todos nosotros en momentos de esfuerzos físicos, para reponer la glucosa perdida por el esfuerzo. Las pasas son una buena fuente de nutrientes para el cerebro, ricas en magnesio y vitaminas del grupo B, por eso popularmente (y muy acertadamente) se recomiendan las pasas para aumentar la memoria, más allá de mejorar nuestra memoria, las pasas renutren y fortalecen nuestro sistema nervioso.

Las pasas son también u buen aliado para combatir el estreñimiento, pues su aporte en mucílagos, aumenta el bolo fecal y lo hace más blando, mejorando por tanto el tránsito intestinal y siendo una gran ayuda para las personas con hemorroides o fisuras anales.

Vino:

El resveratrol fue descubierto por primera vez en el vino, por este motivo cuando se estudiaron sus maravillosas propiedades se dijo del vino, de manera muy acertada, que el vino es un maravilloso aliado de la salud de nuestro corazón, que mantiene jóvenes nuestras arterias, y que alarga la vida (por las propiedades antioxidantes del resveratrol) y todo esto es cierto, pero no hay que olvidar que el contenido en alcohol del vino conlleva también efectos nocivos sobre nuestro organismo, especialmente sobre el hígado y el sistema nervioso. Las propiedades de vino están en la uva, por tanto será mucho más aconsejable comer uvas y pasas de manera regular, acostumbrarnos a utilizar el aceite de pepita de uva en nuestra cocina, comer las semillas, trituradas o en extracto o hacernos un vaso de zumo de uva frecuentemente. El uso del vino de manera diaria (ni aunque sea un dedito) no es aconsejable por los efectos nocivos del alcohol, pero el consumo de un vaso de vino esporádicamente (y por supuesto siempre con moderación) alegra nuestro corazón emocional y físicamente.

Una de las cosas que solemos decir en nuestro curso de dietética es que los alimentos no son ni buenos ni malo, es el abuso lo que los puede convertir en nocivos. Recordad que la diferencia entre un remedio y un veneno suele ser siempre su dosis.

                                   Rosana Ferre