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La flora intestinal, es un conjunto de bacterias de diferentes especies necesarios para nuestra salud, la mayoría están en el tracto digestivo, y más concretamente en el colon, también habitan en el interior de la boca, el estómago e intestinos. Las personas nacemos estériles, pero al mínimo contacto con el exterior los microbios de cualquier clase entran por la boca y se diversifican, establecen y multiplican por diferentes mucosas.

En la pared intestinal se crea una barrera contra la invasión de microorganismos peligrosos, en la mucosa intestinal se generan muchos anticuerpos, permitiendo que la flora se fije al intestino para evitar que microbios no pertenecientes a la misma invadan a este órgano. La conformamos con la dieta y otros factores externos.

No obstante, en ocasiones los microorganismos y sustancias extrañas rompen estas barreras y consiguen traspasar la mucosa intestinal, con lo que provocan una infección.

En los dos primeros años de vida la formación de la flora intestinal, está influida por la lactancia, el medio ambiente, etc. Los niños con la flora intestinal afectada son más propensos a padecer ciertos trastornos neurológicos, como el TDAH y algunos problemas relacionados con el aprendizaje.

La flora es diferente para cada persona, y su buen funcionamiento además del cuerpo, afecta también al sistema inmunológico, peso, salud mental, memoria, etc.

Alimentos buenos y malos para la flora intestinal

La flora nos ayuda a fermentar la parte no asimilable de los alimentos, como la fibra vegetal, y los microorganismos que hay en la flora producen ácidos grasos, vitamina D y K, facilitan la recuperación y absorción de calcio, hierro y magnesio, y evitan la entrada de microbios dañinos. Son una parte importante del sistema inmunológico.

Los malos hábitos de vida, el abuso de algunos medicamentos y laxantes, el tabaco o las drogas, el estrés, el sedentarismo, y una dieta pobre en fibra y rica en grasas dañan nuestra flora, por eso debemos cuidar lo que comemos, una dieta rica en alimentos con fibra, alimentos probióticos y prebióticos, ayudan a mantenerla en buen estado, además de proporcionarnos el tipo y la cantidad correcta de nutrientes que necesitamos.

Los alimentos probióticos y prebióticos contienen bacterias buenas como Lactobacilos, que liberan unas sustancias sanas que crecen dentro del tracto digestivo. Están presentes en los yogures y los lácteos fermentados. No todos los probióticos son iguales, ni nos aportan los mismos beneficios, los hay que van bien para el colon irritable pero no son efectivos para la diarrea o las alergias. Consultar siempre con un especialista.

Evitemos el consumo de antibióticos, teniendo también mucho cuidado con el consumo de carnes provenientes de animales que han sido alimentados con antibióticos para acelerar su crecimiento, y que acaban afectándonos, y el azúcar, ya que todos ellos dañan nuestra flora.

Cómo mantener una buena flora intestinal

Consumir diariamente cinco raciones de frutas, verduras y hortalizas; Verduras fermentadas: chucrut, pianto…;Incluir en nuestra dieta el Quefir; Hacer de vez en cuando una monodieta; Comer frutos secos, mejor crudos y semillas; Cuidemos tanto nuestra higiene personal como la de los alimentos; Evitemos el consumo abusivo de antibióticos y sin prescripción médica; Hacer ejercicio físico a diario (ya sea andar media hora cada día); Baños de agua fría y caliente, estimulan la circulación y el aporte sanguíneo y por lo tanto, aportan oxígeno y nutrientes; Evitemos los laxantes porque pueden hacer que el cuerpo se vuelva vago con lo que cada vez necesitará más cantidad, a la vez que dañan considerablemente la flora intestinal, solo podrán tomarse en casos excepcionales y con prescripción médica.

Recordemos que siempre debemos consultar la opinión de un especialista antes de tomar nada por nuestra cuenta.

Génesis Gutiérrez